Consejos para equilibrar la salud mental y la productividad y potenciar la función cognitiva

En este mundo en el que siempre estamos en movimiento, intentar estar al tanto de todo puede parecer una misión imposible.

Con todo lo que sucede no solo en nuestras ajetreadas vidas, tanto a nivel personal como profesional, sino también a nuestro alrededor, las cosas ocupan mucho espacio en nuestra cabeza. ¿Quieres saber algunas estrategias sobre cómo equilibrar la salud mental y la productividad? Estas son algunas formas fáciles de incorporar estos sencillos hábitos a tu vida diaria.

Entonces, ¿cómo encontrar el equilibrio entre salud mental y productividad?

  1. Es importante que comprendamos cómo somos en circunstancias difíciles, reconociendo que los factores que afectan a la salud mental y la productividad cambian de una persona a otra. Factores como la paciencia y la capacidad de gestión del tiempo son cruciales y deben tenerse en cuenta.
  2. Generar motivación es esencial para mantener unos niveles constantes de productividad. Reconocer los éxitos y fomentar una mentalidad de crecimiento personal en el lugar de trabajo sube la moral y anima a trabajar más.
  3. Establecer expectativas y límites claros ayuda a las personas a planificar las tareas con eficacia, sentando las bases de la productividad. Esto sirve como herramienta fundamental para equilibrar la salud mental y la productividad.
  4. Establecer objetivos tanto a corto como a largo plazo permite a las personas centrar los esfuerzos y priorizar las tareas en consecuencia. Los objetivos deben adaptarse a las capacidades y prioridades individuales, y deben evolucionar a medida que mejora la productividad.
  5. Recuerda priorizar la salud mental a la vez que la productividad, ya que nuestro estado de ánimo influye significativamente en cómo gestionamos nuestro tiempo y nuestras tareas. Es crucial no sacrificar el bienestar mental en pos de objetivos materiales.

Pero la salud mental y el bienestar, así como la productividad general, no pueden darse sin invertir en la salud mental y en la función cognitiva general.

Optimización de la función cognitiva

Para rendir al máximo en nuestra vida, debemos asegurarnos de cuidar nuestra salud mental, y eso empieza a una edad temprana. ¿Has pensado alguna vez en cómo optimizar la función cognitiva?

Afortunadamente, existe documentación fiable sobre algunas de las formas en que puedes hacer participar a tu mente cada día.

Al entrenar y agudizar tu mente, puedes obtener beneficios no solo en tu vida personal, sino también en la profesional. Harvard Business Review publicó un artículo en 2017 en el que afirmaba que habían encontrado una “correlación directa entre el nivel de concentración de una persona y su avance profesional”.

Entonces, ¿cuáles son esos hábitos diarios que se pueden adoptar para mejorar la estructura cerebral y la función cognitiva?

  1. Actividad física:

Un estudio de la Facultad de Medicina de la Universidad de Boston sugiere que la actividad física afecta positivamente a la salud y a la capacidad cognitiva del cerebro. Las hormonas que se liberan durante el ejercicio están vinculadas a la mejora de la memoria.

Un estudio de 2013 de Dana-Farber y la Facultad de Medicina de Harvard identificó una molécula llamada irisina, producida por el cerebro durante los ejercicios de resistencia, que tiene efectos neuroprotectores y mejora el aprendizaje y los genes de la memoria.

  1. Apertura a las experiencias:

Un estudio de 2013, “El impacto del compromiso sostenido en la función cognitiva en adultos mayores”, enfatiza la importancia de aprender habilidades nuevas y desafiantes, además de mantener una red social activa, para la salud cognitiva.

Es crucial para la mejora cognitiva participar en actividades que sean nuevas y mentalmente desafiantes, en lugar de actividades menos exigentes como las sopas de letras.

  1. Curiosidad y creatividad:

Los neurocientíficos han descubierto que tocar un instrumento musical mejora la función y la capacidad cognitiva del cerebro, y la lectura de novelas mejora la conectividad cerebral, la imaginación y la capacidad de empatizar.

Esto demuestra que merece la pena encontrar una salida creativa y asegurarnos de que no dejamos morir esa chispa creativa que llevamos dentro desde la infancia.

  1. Conexiones sociales:

La soledad, según un estudio de 2014, puede provocar un deterioro psicológico y cognitivo, que afecta al sueño, la presión arterial, los niveles de cortisona, la expresión genética y el bienestar general.

Asegúrate de cultivar las relaciones que tienes en tu vida con tus seres queridos y ponte en contacto frecuentemente con las personas que te importan, para que la energía pueda ser recíproca también cuando se trate de ti.

  1. Meditación consciente:

Un estudio piloto de 2013 de Harvard sugiere que la meditación y la reducción del estrés pueden ralentizar los trastornos cognitivos relacionados con la edad, ya que afectan a la red de modo predeterminado y al hipocampo, este último implicado en la formación de la memoria y en la recuperación de la memoria a largo plazo.

  1. Juegos de entrenamiento mental:

Los investigadores universitarios proponen que los entornos ricos en estímulos y los rompecabezas de resolución de problemas pueden contribuir a prevenir o retrasar el inicio de la enfermedad de Alzheimer.

Los videojuegos especializados, como los desarrollados en la Universidad de California, San Francisco, han demostrado un gran potencial para mejorar las habilidades mentales, el razonamiento y la velocidad de procesamiento en personas mayores.

Las sesiones de entrenamiento cognitivo pueden mejorar la capacidad de razonamiento y la velocidad de procesamiento de una persona hasta una década después de la intervención.

  1. Duerme lo suficiente:

Una investigación innovadora presentada en la Society for Neuroscience destaca la importancia del sueño en la consolidación del aprendizaje y la memoria. El sueño ayuda en la reorganización cerebral y se asocia a una mejor función cognitiva.

Asegúrate de dormir lo suficiente, pero también de dormir bien.

  1. Reduce el estrés crónico:

Según los neurocientíficos de la Universidad de California, Berkeley, el estrés crónico y los niveles elevados de cortisol pueden dañar el cerebro. El estrés prolongado conduce a cambios a largo plazo en la estructura cerebral, lo que podría explicar problemas de salud mental en personas expuestas al estrés en las primeras etapas de la vida.

El estrés crónico puede forzar las vías del cerebro, creando exceso de sustancia blanca e inhibiendo el recorte neural, lo que contribuye a la ansiedad, la depresión y el trastorno por estrés postraumático. Se ha demostrado que prácticas como el yoga reducen los niveles de cortisona y el estrés crónico.

Mejorar las capacidades de concentración y atención mediante ejercicios cerebrales ofrece varios métodos eficaces. El aspecto crucial es identificar un enfoque que te funcione y en el que puedas involucrarte regularmente. Nuestro debate ha profundizado en una serie de estrategias para mejorar la capacidad de atención y la memoria a través de estos ejercicios. Aunque estos ejercicios pueden no dar resultados instantáneos, su eficacia se extiende a cualquier persona que los ponga en práctica. Prueba estas técnicas para descubrir la que mejor se adapta a ti.

Si observas mejoras en la nitidez mental, no dudes en adaptar estos ejercicios mentales para que se ajusten mejor a tus preferencias. Además, a medida que domines estas técnicas de entrenamiento cognitivo, puedes considerar la posibilidad de adentrarte en prácticas de meditación más avanzadas para una exploración más profunda del bienestar mental.

*Este artículo debe utilizarse como guía y no como asesoramiento médico. Solicita asesoramiento profesional a un médico para obtener una opinión experta.