Esforzarse por adelgazar y vivir un estilo de vida activo es un objetivo importante que debemos ponernos, pero el problema puede surgir cuando observamos la forma en que las personas tienden a medir este objetivo. Sí, estamos hablando de la báscula. No es de extrañar que ese número que aparece en la báscula haya tenido mucho peso a lo largo de las décadas, pero ¿qué pasaría si te decimos que podría no ser la mejor forma de hacer un seguimiento de tu salud?

¿Te desconcierta? Sigue leyendo para descubrir por qué la pérdida de peso no debería ser tu objetivo.

La pérdida de peso se centra en generalizar

La amplitud de miras tiene sus ventajas, pero cuando se trata de tu cuerpo, quieres el mayor detalle posible. Es probable que todo el mundo haya escuchado la palabra “IMC” en una conversación sobre pérdida de peso o en la clase sobre salud del instituto. De hecho, es probable que así sea como tienes implantado ese número mágico en la cabeza que has estado intentando encontrar en la báscula durante años. Pero, ¿conoces la ciencia que hay detrás?

Resulta que la metodología detrás del IMC no es tan compleja desde el punto de vista científico como se podría pensar. Este método usado desde hace mucho tiempo, abreviatura de Índice de Masa Corporal, tiene como objetivo determinar lo que es un cuerpo “saludable” basándose únicamente en el sexo, el peso y la estatura. Al fiarnos de una relación general entre estatura y peso, el IMC no puede realmente captar QUÉ es lo que contribuye al número que aparece en la báscula. Y como no lo tiene en cuenta todo, desde el porcentaje de grasa hasta la masa muscular, puede dar lugar a resultados defectuosos.

Esto se debe a que la masa grasa y la muscular contribuyen al peso de formas muy diferentes. La grasa es esencial para la supervivencia, pero cuando es excesiva, pueden surgir problemas de salud. En comparación, la masa muscular es buena para tu salud, pero también tiende a pesar más que el mismo volumen de grasa. Significa que un aumento en el número de la báscula podría atribuirse a un aumento de la masa muscular, incluso si la grasa corporal permanece igual o incluso disminuye. Y es precisamente por eso que las limitaciones del IMC afectan la precisión del método.

Por ejemplo, las personas más bajas, pero que poseen una masa muscular alta, a menudo se ven clasificadas como “con sobrepeso” según los estándares del IMC. Esto se debe a que el músculo hace que excedan el peso recomendado para su altura. Por no mencionar que el cuerpo de cada persona se construye de forma diferente y, a menudo, el IMC no puede considerar estas diferencias tan atractivas.

Por eso la composición corporal es importante.

La composición corporal se centra en los detalles

La composición corporal es una métrica más reciente que ha arrasado en la industria del fitness. Este enfoque en profundidad analiza el cuerpo con más detalle, examinando los factores clave que realmente componen tu peso. El enfoque principal se centra en el porcentaje de grasa, pero también descompone el peso muscular, la masa ósea y mucho más. Será tu médico quien mida con mayor precisión la composición corporal, pero también puedes controlarla midiendo la circunferencia de la cintura, piernas y brazos.

Este es un ejemplo de cómo puede ser la composición corporal promedio:

Quienes practican body building son un grupo interesante para examinar, ya que ilustran las ventajas de la composición corporal sobre el IMC. Aunque estos atletas tienden a pesar más que una persona promedio en su rango de altura y sexo, gran parte de ese peso es el resultado de su impresionante masa muscular. Desde la perspectiva del IMC, a menudo se les incluiría en la categoría de “obesos”, mientras que su composición corporal indicaría que realmente su porcentaje de grasa es saludable.

Debido a que la composición corporal se centra en los detalles para crear una imagen de todo el cuerpo, es una excelente manera de ayudar a determinar qué hábitos específicos del estilo de vida pueden estar contribuyendo al peso general y qué hábitos pueden necesitar ajustarse. Por lo tanto, tanto si tu objetivo personal es desarrollar músculo o reducir la grasa corporal, medir el progreso de acuerdo con la composición corporal te ayudará a trazar un camino claro que sea fácil de visualizar y seguir, sin tener que comprobar constantemente la báscula.

Consejos para una composición corporal saludable

• Haz ejercicio de 3 a 4 veces por semana: el ejercicio es crucial cuando se trata de desarrollar una composición corporal saludable. Los entrenamientos cardiovasculares son ideales para quemar calorías y reducir la grasa corporal, mientras que el entrenamiento con pesas es un excelente recurso para desarrollar los músculos y tonificar. No dudes en mezclar y combinar tu entrenamiento en función de tus objetivos personales de estado físico.
• Prioriza la nutrición: un cuerpo saludable no es SOLO cardio y pesas. De hecho, diseñar una dieta equilibrada que priorice una buena nutrición es igual de esencial para lograr una composición corporal óptima. Comer alimentos ricos en frutas, verduras y proteínas, y evitar aquellos ricos en azúcar y grasa, es una excelente manera de garantizar que tu cuerpo reciba el combustible adecuado.
• Duerme lo suficiente: puede que pienses que “solo una vez más” a última hora de la noche no hace daño… pero la ciencia no opina igual. La falta de sueño es la principal sospechosa de contribuir a la acumulación de grasa corporal, especialmente en la zona del estómago. Esto se debe a que la falta de sueño aumenta los niveles de cortisol (es decir, la hormona del estrés), lo que hace que el cuerpo se aferre al exceso de grasa. Así que, si reducir tu porcentaje de grasa corporal está en lo más alto de tu lista de Año Nuevo, asegúrate de conseguir un buen descanso.
• Hidrátate: ¿sabías que al menos el 60 % de tu cuerpo está compuesto de agua? El agua no solo actúa como un componente básico de nuestras células, sino que también ayuda a transportar nutrientes a los músculos para ayudar a aumentar la fuerza y proporcionar energía… algo que definitivamente necesitas cuando vas al gimnasio.
• Hazte fotos del progreso: debido a que la composición corporal se centra más en un porcentaje de grasa saludable que en el número en la báscula, es mucho más fácil ver los resultados por la forma en que te queda la ropa o por cómo te ves en el espejo. Para tener una mejor idea de tu progreso, intenta hacerte fotos del antes y el después en tu proceso de fitness. Esto te ayudará a visualizar tanto la pérdida de grasa corporal como el aumento del tono muscular.

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* El efecto beneficioso se obtiene con 10 g de ALC.

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Fiber: según la EFSA¹, las personas deben intentar consumir 25 g de fibra al día. ¿Crees que estás recibiendo tu dosis diaria de fibra? Siento decírtelo, pero probablemente no. Pocas personas ingerimos habitualmente cerca de esa cantidad, incluso si tomamos alimentos sanos como frutas y verduras, frutos secos y cereales a diario. Y dado que la fibra está directamente relacionada con la pérdida y el mantenimiento del peso, es la preferida para toda persona que quiera mejorar su composición corporal este año. Modere Fiber te ayuda en tu camino con 5,8 g de fibra por ración, lo que representa casi el 25 % de tus necesidades diarias de una sola toma.

Así que, bájate de la báscula y adéntrate en una composición corporal saludable que se adapte a ti y a tus necesidades personales, ya sea perdiendo algunos centímetros o aumentando tu fuerza muscular. Y recuerda que, independientemente de los objetivos que te pongas, Modere está aquí para ayudarte con fórmulas sanas y científicamente probadas que mejoran tu estilo de vida activo. Compra ahora en modere.eu